lunes, 5 de febrero de 2018

Me gustaría ser lluvia
e inundar, cada día,
un país diferente.
Descubrir sus calles
y descender por sus árboles,
viajar en las ventanas de los trenes,
y perderme en alguna lágrima
de amor extranjero,
mojar un libro
y quedarme con la tinta de sus palabras.

Me gustaría ser lluvia
y regar las raíces,
ser la gota de agua en los frutos,
mojar la tierra,
ser un charco
para que los niños jueguen.

Me gustaría ser lluvia,
para caer mientras vivo
y no pájaro,
para caer cuando muero.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Por un momento
nos creemos habitantes
y somos meros turistas
de la calle perdida
que es nuestra vida.
Una calle desierta de mi
me conduce al casco antiguo:
mi infancia entre ruinas.

lunes, 22 de mayo de 2017

Momentos de espera

La vida es una taza de té
un plato mal colocado
un vaso al filo de la mesa
un café demasiado caliente.

Por eso, la muerte
sonríe de forma impaciente
cada vez que mis dedos
encienden
la luz de la cocina. 

sábado, 6 de mayo de 2017

No puedo escribir. Las letras danzan alrededor de mi cabeza y se apagan al coger papel. Me atormentan en la noche y en el día. Las olvido, hasta que pasa una imagen tocándome, sutilmente, la pupila con la que observo las imágenes que se convierten en palabras. En ese momento vuelven a mí. Danzan y danzan con letras afiladas que se van clavando en mí ser y yo no puedo pararlas. No puedo escribirlas y me acosan.

Me marchito a destiempo porque nunca fui una flor. Porque nunca florecí. 

lunes, 1 de mayo de 2017

Me miro,
como quien mira una cuna vacía.
Lánguida expresión de caos
de un ayer fotografiado
torcido y borroso.

La inexpresión marca el rosto
cubriéndolo con capas de razón
y pintándolo de cordura.

La vida se me escapa
entre los dedos convertidos en barro,
entre las miradas de los álbunes,
y queda una silla vacía
y una muerta esperando la comida.

sábado, 25 de marzo de 2017

Erató

Siempre verde y aromático
tu cabello floreado,
coronado de rosas y de mirto
como símbolo romántico.

¡Renuncia a la corona!
Que tu cabello se está marchitando.

¡Renuncia a la corona!
Que las semillas de tus pies
a las tórtolas están matando.

Que las semillas de tus pies
–de tanto usarlas–
a los poetas están matando.